Dicen que el mejor remedio contra
las cicatrices son los besos.
Dicen, que si besas todas las
cicatrices de alguien,
desaparecen
con el tiempo. Habría que
dedicarle tiempo claro, como a
todo en esta vida. Empezaríamos
el
día con un beso en las del
cuello,
a media mañana seguiríamos con
las
del pecho. Veríamos qué hacer con
las de los brazos, y las de la
espalda las dejaríamos para la
noche. Al final, pasaríamos más
tiempo dando besos, cuidando de
hacer desaparecer las cicatrices
que creándolas. Daríamos más amor
y heriríamos menos. Claro que,
como siempre, puede que solo sea
una simple habladuría, pero
merece
la pena intentarlo, ¿no?.
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