(Marisol Tenorio)

martes, 4 de junio de 2013

He escuchado y leído muchas, muchísimas veces que "Nada es para siempre. El café se enfría, el cigarro se apaga, el tiempo pasa y las personas cambian." Sin embargo nunca he leído que, por mucho que ése café se haya enfriado no se pueda volver a calentar, y apagándose ese cigarro quizás puedas darte cuenta de que poco a poco eso te perjudica y es mejor que se apague, y ¿qué pasa con el tiempo? evidentemente nunca va a detenerse. Pero, ¿qué sentido tiene que el tiempo se congele y que nos deje congelados con él? ¿por qué tiene que detenerse algo para que nos guste? ¿por qué no descongelar todo esto y avanzar? a ver qué pasa ahí delante, a ver que sucede cuando tenga 20 años,30, o 100... 
Al fin y al cabo, acabarás lejos de los cafés fríos. Y de los cigarros en los ceniceros. Te darás cuenta de que la vida es más que todo esto. Acabarás sabiendo que, las cosas que se enfrían son porque tú has dejado que lo hagan. Quizás no lo hayas bebido lo suficientemente rápido o quizás te has olvidado de que tienes el café en la mano mientras te dedicas a mirar a esa persona que hace que el tiempo avance y que vosotros os quedéis como en el primer día.

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