(Marisol Tenorio)

martes, 29 de enero de 2013






·         Solo quiero decirte que para mi fuiste todo cuanto necesitaba. Eras la ilusión que me hacía sentir viva. Eras esas ganas de sonreír sin motivo alguno. Eras la fuerza y la esperanza que me mantenía con fuerza. Eras levantarme cada mañana pensando en ti. Eras esa felicidad que sólo conseguías provocarme tú. Eras esas mariposas en el estómago cada vez que pronunciaban tu nombre, o cada vez que alguien decía algo tuyo, o cada vez que estaba contigo, o cada vez que me llamabas a la noche. Eras decir "él me entiende". Era abrazar todos los días tu sudadera, y oler tu perfume, era pensar que estabas conmigo. Era decir "en las buenas y en las malas, aquí me tienes". Era... joder, que yo me sentía la persona más feliz sobre toda la faz de la tierra cuando me sonreías o cuando me decías cosas bonitas. Yo me sentía una princesa cada vez que me decías "te quiero" o cada vez que me decías "solo tuyo". Tus abrazos... los tuyos, los de nadie más. Nunca me habían abrazado de esa manera, lo prometo. Nunca nadie me había abrazado con ese amor que sólo tú podías darme. Me encantaba sentir tus labios sobre los míos, que me mordieras los labios, y que luego sonrieras. Que me movieras el pelo de un lado a otro, y que luego me sonrieras. Que me dijeras lo guapa que estaba aunque llevara ropa de mi madre. Los paseos a la noche, las risas, las lágrimas, la ilusión, los "te quiero", las putas ganas de abrazarte, las noche hablando... Y todas esas cosas que he vivido contigo, que sólo tú me has conseguido hacer sentir. 
Recuerda una cosa: Has conseguido hacerme la persona más feliz del mundo.

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